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sábado, 26 de noviembre de 2011

La Macarena es de Juan de Mesa, según una tesis del profesor Miñarro


El Señor del Gran Poder de Sevilla

Esperanza de la Macarena de Sevilla

Sobre estas fotografías pueden apreciarse los argumentos del profesor Miñarro. Basándose en rasgos anatómicos como la expresión de los arcos de las cejas o el fruncimiento de la rama interna del frontal, o el mecanismo de expresión de la boca, la tesis establece el singular parecido que se puede encontrar entre la Macarena y el Gran Poder, lo que acerca la autoría de la Virgen de la Esperanza a Juan de Mesa.




                                      Rostro de la Macarena

Virgen de La Esperanza Macarena

En esta espectacular imagen se puede apreciar el quebrantado rostro del Señor del Gran Poder en su humilde silencio de siglos.



   Los conocimientos que ha proporcionado su estudio a Juan Manuel Miñarro le permiten afirmar nada menos que la Macarena es de Juan de Mesa. Estos son sus argumentos :  Basándome en los rasgos anatómicos como la configuración expresiva de los arcos de las cejas, o el fruncimiento de la rama interna del frontal, o el mecanismo de la expresión de la boca, la elevación de las aletas nasales, y comparando con la estructura de los cricificados de Mesa -el Amor o la Buena Muerte-, podemos apreciar un singular parecido en el rostro de la Macarena, lo que nos acercaría indudablemente a Juan de Mesa.

Cristo del Amor (Sevilla)

Cristo de la Buena Muerte (Hermandad de los Estudiantes Sevilla)

   A ello habría que añadir la lengua proyectada sobre los dientes inferiores, ese algo de respiración contenida que tinen los Cristo de Mesa... Más que una doctrina -agrega Miñarro- es una sensación, pero no la puedes pasar por alto. Se ve una mano común. Lo que sí está claro es que no es de Hita del Castillo. Tengamos en cuenta que, en aquellos tiempos en que las gubias no estaban hachas en serie, se puede identificar la gubia de un autor analizando su imagen.

Juego de gubias (fabricadas en serie)  
Existen una gran variedad en la forma de las herramientas según el trabajo que se tenga desempeñar en ese momento.Comenzaremos por la reina de las herramientas del taller del imaginero, la gubia. En la fotografía superior aparecen varios tipos de gubias. Estas se diferencia por la forma que poseen en la parte metálica, denominada pala,. A la derecha tenemos las conocidas con el nombre de media caña. En el centro las gubias denominadas " pico de gorrión ", y en la izquierda las llamadas planas, que se suele llamar formones.


 
  Técnicamente, se ha basado en el modelo que arranca de los planos más profundo y va dirigiéndose hacia los más superficiales, y cómo "eso produce el efecto de armonía definitiva". Hay dos precedentes en esta materia: los estudios realizados por Juan Delgado Roig en los años cincuenta y Juan Hermosilla Molina más recientemente. 

Tengamos en cuenta que, en aquellos tiempos en que las gubias no estaban hachas en serie, se puede identificar la gubia de un autor analizando su imagen.

En todos los talleres de grandes imagineros, sevillanos como de cualquier otra latitud, han estado presente los grandes tratados de anatomía. Los que se escribieron a base de observaciones en sesiones de disección de cadáveres, cuando los artistas ponían su oficio al servicio al servicio de la ciencia. Así Miguel Angel en el convento de Santo Espíritu, tras cuya experiencia se llevó meses sin comer carne. Pero fue Andrés Vesalio el que dió el paso decisivo, creando el más influyente tratado iniciador del cuidado artístico por la anatomía.


Retrato de Adrés Vesalio procedente de su obra "Fabrica"
Andrés Vesalio publicó en Basilea su obra en siete volúmenes De Humani corporis fabrica , ( sobre la estructura del cuerpo humano ), una imnovadora obra de "anatomía" humana que dedicó a Carlo V.
La obra destaca la importancia de la disección y de lo que en adelante se llamó visión "anatómica" del cuerpo humano. El término que utilizó para titular su libro es. "Fabrica".

En la Sevilla de los grandes maestros barroco surgió una obra destinada a cambiar el destino de la historia del arte hispalense. Juan de Arfe, inspirador del cuerpo de campanas de la Giralda que construyera Hernán Ruíz dio a la imprenta en 1575 un conjunto de láminas y explicaciones que iban a repetirse literalmente en ciertas tallas de primera fila.


los estudios anatómicos fueron puestos a disposición y utilizados por los artistas desde el 16 hasta principios del siglo 19. El punto de vista son tratados detallada sobre la proporción humana y la belleza de los artistas y estudiosos como Alberto Durero y Juan de Arfe Villafañe.

C. S. C. S. 12/03/2008
La Consejería de Cultura, a través del taller de patrimonio documental y gráfico del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, ha concluido la restauración del libro De varia conmensuración para la escultura y la architectura (1585-1587), de Juan de Arfe, perteneciente al fondo bibliográfico de la colección Romero de Torres del Museo de Bellas Artes de Córdoba, adquirida por la Junta a la última heredera del pintor en 1991.


CARRERA Juan de Arfe y Villafañe (1535-1603), más conocido en su faceta de platero o "escultor de oro y plata" como se llamaba a sí mismo, fue un gran teórico del arte que aportó trabajos fundamentales que gozaron de gran popularidad. La Varia fue, sin duda, su obra de mayor trascendencia, fruto de los estudios y notas que acopió durante buena parte de su vida, según informa la Junta en una nota.
A lo largo de 297 páginas redactadas en prosa con breves resúmenes en octavas reales sobre los fundamentos especulativos y teóricos de su pensamiento, se materializan 4 libros que versan sobre temas como la geometría y relojes de sol, anatomía humana, medidas y representación de los animales y las aves y órdenes clásicos y piezas de culto de la iglesia respectivamente.
Prueba de que fue el tratado artístico más consultado en España hasta el siglo XIX es que se editó 8 veces, el mayor número de ediciones en castellano alcanzado por un libro de su género, y llegó a convertirse en un manual de consulta obligada para aquellos escultores y plateros que quisieran tener a mano los modelos y medidas de los cuerpos y los órdenes clásicos.

Desde el protobarroco Juan de Mesa hasta el exuberante Ruiz Gijón, la disposición anatómica descrita por Arfe queda plasmada una y otra vez. El Crito del Amor reproduce la caja torácica definida  por Arfe.

Detalle caja torácica del Cristo del Amor (Sevilla)

  El caso más evidente es el Cristo del Calvario. Entre los bienes testados por Juan de Ocampo a su sobrino Francisco figuraba el tratado de Juan de Arfe autor también de la célebre Custodia del Curpus Christis que sale en procesión en Sevilla. De este volumen "De la varia conmesuración para la pintura y la escultura", tomó Ocampo su modelo para ejecutar las piernas del del Cristo del Calvario.

Algo similar ocurre con la espalda del Cachorro, llena de efectos anatómicos según Juan Manuel Miñarro, porque Ruíz Gijón no mostró ningún interés en los detalles de los que apenas iba a verse.Copia casi sin fijarse los "morcillos" que dibuja Arfe, lóbulos musculares que detestaba Leonardo da Vinci diciendo: "-¡ Ay de aquellos tratados que hacen del cuerpo sacos de nueces !". Pues bien, Ruíz Gijón "pasa la mano", dice Miñarro, en la espalda del Cachorro, cuya espina del homoplato es corta, donde no aparece el inicio de las masa carnosas de los glúteos ni el espacio interglúteo, quedando cortas las masas sacrolumbares.

"Donde trabaja sobretodo Ruiz Gijón es en el rostro, que es exquisito, en sus manifestaciones tanatológicas: alargamiento de la nariz, hundimiento de los pómulos y mancha mortal de los ojos", señala Juan Manuel Miñarro.

   El lector se sorprendará de la atención prestada al Cachorro, pero es que en opinión del autor de la tesis, profesor también en la Facultad de Bellas Artes, < todo lo que ha estudiado en anatomía, tanto los elementos empíricos como los elementos iterpretativos y la idealiazaciones, se ve en el Cachorro, que es la sintesis de un proceso iniciado con el Cristo de la Vera Cruz.

El Crucificado de la Vera Cruz, de Sevilla, con su singular impronta tardogótica, es la imagen más antigua que procesiona en la Semana Santa hispalense.

En la primera época los artistas son menos imitadores de formas vean en la calle, más ampírico y menos analíticos. Depués los tratados empiezan a notarse, y se ve una preocupación por la representación natural, por ejemplo en el Crito de Burgos, hasta llegar al Cachorro ".

El Cristo de Burgos rigides y sobriedad en sus líneas ejecutorias.

   En las antípodas de esa despreocupación por el detalle y la corrección anatómica, que permite a Ruiz Gijón, por ejemplo, disimular la desigualdad de las clavículas con un rizo de pelo, está Juan de Mesa, " a quién parece que le gusta demostrar que sabe anatomía". Mientras que a Ruiz Gijón no le interesa la red venosa superficial, Juan de Mesa esculpe a la perfección las ramas basílicas y cefálicas, así como las sefanas interna y externa en el pie o la yugular externa en el cuello.
   Pero el salto más imporesionante se produce cuando el artista, que conoce a fondo la anatomía, la transforma imperceptiblemente para crear un influjo premeditado. Como afirma Juan Manuel Miñarro, -es puro expresionismo- . Martinez Montañés se coloca a la cabeza de este fenómeno. Se multiplican los músculos del perono lateral largo en el último tirón de la vida como se observa penetrantemente en el Cristo de la Misericordia de Santa Isabel.

Cristo de la Misericordia del Convento de Santa Isabel. 

Se incorpora los fuertes tendones de arranque de la masa muscular sobre la cabeza del peroné: -Es algo totalmente idealizado. El artista se hace anatomía a su medida. Eso es arte-. Y el caso seguramente más llamativo es el del Cachorro otra vez, que tiene más arco costales de los necesarios. Ruiz Gijón -señala Juan Manuel Miñarro- quería resaltar el éxtasis de la caja torácica. Tiene seis espacio, frente a los cinco del Cristo del Amor.

Cristo de la Expiración (El Cachorro)

Exitieran trece costillas, una más de la cuenta. Por eso se nos viene a la mente una caja torácica henchida. Parece que se va a salir de la piel, de lo patente que se hace.
El dominio exacto de la anatomía se manifiesta en otros elementos, como las hipóstasis (manchas) de sangre acumulada en los miembros inertes del Cristo de los Negritos, que requiere la visión de un muerto en posición vertical, tal vez algún ajusticiado en aquella Sevilla donde la muerte era algo cotidiano, de lo que dan fe las Postrimerías de Valdés Leal, o gesto de Mañara de crear la Santa Caridad para recoger los cadáveres.

Santísimo Cristo de la Fundación (Los Negritos). Se le llama así porque esta Cofradía fue fundada por esclavos negros de aquella época.

Más de una vez los imagineros se veían con su libreta de apuntes ante aquellos cuerpos. La Tesis, además de la memoria, ha abarcado la realización de un modelo anatómico de crucificado a tamaño natural, y sin piel, así como de otro ya con carácter artístico, basado en el anterior. Este último es hoy el Cristo de la parroquia de Rochelambert.


Fuente:
Texto: Angel Perez Guerra
ABC de Sevilla martes 21 de julio de 1987
Tomos de el coleccionable del ABC  Crucificados de Sevilla.
Web de WIKIPEDIA la esnciclopedia libre.
El interior del cuerpo y de salida: la literatura anatómica y Selecciones de Teoría del Arte de la Galería Nacional de Arte de la Biblioteca (ESTADOS  UNIDOS).
Web Diario de Cordoba. La Consejería de Cultura, de patrimonio documental y gráfico del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico.

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